Iglesia de Ntra. Sra. de la Encarnación
La iglesia de Ntra. Sra. De la Encarnación se encuentra en la plaza principal del pueblo. Edificada a principios del siglo XVI tienen una sola nave con un bellísimo artesanado mudéjar decorado con motivos geométricos. Destaca su torre-campanario, que aprovecha el alminar de una antigua mezquita, y las dos palmeras de su fachada principal, que le dan un singular toque de exotismo.
Fuente de los Chorros
En la plaza del pueblo podemos encontrar una gran fuente de cinco caños, la cual data de 1905.
Museo del Molino de Aceite
Antiguo molino, que data de 1800, restaurado recientemente, ofrece una muestra de cómo se extraía el aceite en tiempos ya pasados. Se accede a través de un pórtico que da paso al patio de trojes, donde se depositaba el fruto de la aceituna en espera del turno de molienda. La maquinaria, las piedras y la prensa recibían la fuerza motriz del agua, abundante en estos lares. Está totalmente restaurado y su maquinaria, totalmente original, se pone en marcha para hacer demostraciones. Es lugar de obligada visita para entender la cultura popular ojeneta. En definitiva, en dicho museo se puede ver una muestra de cómo se obtiene el tan preciado oro líquido, el acetite de oliva. Además cuenta con una pequeña tienda donde se podrá adquirir productos de la comarca de la Sierra de las Nieves.
Las Cuevas
Las cuevas de Ojén son de los elementos más singulares que tiene la villa. De origen cárstico, en la antigüedad se utilizaron como refugio para animales y almacenaje de forrajes y alimentos. Las cuevas a visitar son dos, las Bajas y las Altas. En la actualidad las cuevas bajas están rehabilitadas para usos culturales. En cuanto a las altas, encontramos un mirador, lugar idóneo para tomarse un respiro tras un hermoso paseo admirando las cautivadoras vistas que combinan el azul del mar con la verde sierra y la costa Marbella. Desde este lugar tan emblemático podemos divisar todo el pueblo y llegar a tocar el mar con la punta de los dedos.
El Mirador
Desde este lugar tan emblemático podemos divisar todo el pueblo y llegar a tocar el mar con la punta de los dedos.